¿Qué es la Composición en el Diseño Gráfico? Te lo explicamos paso a paso

A la hora de crear una estrategia de Branding o un nuevo proyecto de diseño gráfico, el estudio de la composición es una de las partes más importantes y decisivas.

La composición es la disposición o colocación de los distintos elementos de nuestro diseño dentro del espacio visual de forma ordenada y equilibrada con el fin de transmitir un mensaje al público objetivo.

Una composición perfecta será capaz de transmitir una idea de manera directa y sencilla. Dentro de la composición entran en juego diferentes aspectos como los colores, textura, tamaño, pesos, … y cada uno de ellos deben estar dispuestos en concordancia y de forma equilibrada.

 

Los elementos y la composición en el Diseño Gráfico

 

Crear una composición, al fin y al cabo, implica jugar con los elementos. Podremos conseguir diferentes resultados según el peso, tamaño, lugar de disposición, etc., que les demos dentro del espacio. Aunque no hay unas normas estrictas existen ciertas directrices generalmente aceptadas:

 

• Los elementos situados a la derecha o en el margen inferior tienen mayor fuerza visual.
• Las formas angulares y alargadas crean un efecto amplificador del campo de visión y transmiten sensación de magnificencia, mientras que las formas cortas transmiten humildad.
• Las formas sencillas, simétricas y regulares son más fáciles de recordar ya que ayudan a cumplir con la armonía.
• Las imágenes más grandes simbolizan fuerza y fortaleza, mientras que las imágenes pequeñas transmiten sensación de debilidad o de delicadeza.
• Los colores más vivos tienen mayor efecto visual y presencia frente a los colores pastel, pálidos, y tenues.

 

Consejos para dominar la Composición en el Diseño Gráfico

 

1.     Crea una retícula o ‘grid’

 

Siempre que empieces un nuevo proyecto de diseño gráfico, ya sea una página web, un cartel o un catálogo, crea una retícula con una base sólida acorde a tu diseño. Esto será un factor clave para que tu composición quede totalmente equilibrada.

 

 

2.     Realiza un boceto

 

Antes de ponerte manos a la obra y diseñar a lo loco en el ordenador, coge folio y papel y dibuja tu retícula. Sobre ella haz un boceto, sitúa los elementos y estudia las distintas combinaciones. Así aclararás tus ideas y lo verás todo mucho más claro cuando comiences a diseñar.

 

3.     Crea un foco visual

 

Uno de los objetivos del diseño es la comunicación, con el diseño y el branding ayudas a contar historias. Para facilitar que el espectador se fije en nuestra historia, un paso clave es decidir cual va a ser tu principal foco visual (focal point, CIV), tu elemento clave en torno al que gira el mensaje que quieres transmitir. Esto es lo que llamará la atención del usuario a primera vista. Recuerda las zonas que hemos mencionado anteriormente donde estos puntos resaltan más.

 

4.     Ten una jerarquía

 

Una vez ubicado tu foco visual, el siguiente paso es situar todo lo demás, para esto tienes que decidir la importancia que tiene cada elemento en tu diseño. Una buena táctica es escribir una lista con estos elementos poniéndolos en el orden en el que quieres que los espectadores vean en tu diseño. Para esto puedes jugar con los tamaños de los elementos, crea subtítulos, negritas, diferencia cada parte del contenido y crea un sentido en la lectura. Eso sí, ¡recuerda no poner más de 2 tipografías en un mismo diseño!

 

5.     Juega con el contraste

 

El contraste es una herramienta muy útil para resaltar y ocultar elementos en tu diseño. Aumentando el contraste o utilizando un color distintivo puedes ayudar a que un elemento sobresalga y destaque. Reduciendo el contraste puedes conseguir que el elemento se desvanezca en el fondo.

Aquí tenéis un ejemplo por Thebault Julien en el que utiliza colores de alto contraste para resaltar las imágenes focales y tipografías llamativas para resaltar los fragmentos clave de información:

6.     Encuentra el equilibro

 

El equilibrio es un factor clave, podemos encontrar un equilibro simétrico basado en la simetría, reflejando elementos de izquierda a derecha o de arriba abajo por ejemplo.

 

Otro ejemplo de equilibrio y probablemente el más común es el equilibro asimétrico, habla de crear equilibrio sin simetría. En el siguiente ejemplo de Munchy Potato, podéis observar como se crea el equilibrio al dispersar y escalar los elementos de forma deliberada:

 

7.     Crea un sentido de lectura

 

Una vez hemos jerarquizado nuestros elementos el siguiente paso es ordenar toda esta información. Para esto hay que guiar al usuario entre los elementos para que no se pierda y acabe por ver el diseño completo. ¿Cómo podemos hacer esto? Existen varios métodos para conectar los elementos: a través del texto, mediante colores o líneas, imágenes, etc.

 

8.     Repite elementos en tu diseño

 

La repetición crea composiciones exitosas ya que permite mantener la consistencia y lógica al tomar elementos específicos de una sección de tu diseño y aplicarlos en otras. Esto puede ser un estilo de letra, un motivo gráfico etc. Por ejemplo a la hora de diseñar catálogos puedes crear cierta cohesión entre las páginas realizando algunos matices.

9.     Los espacios en blanco

 

Los espacios en blanco son importantes ya que sin ellos la información pierde el sentido, y el foco visual y la jerarquía se difuminan, por ello tenemos que cuidar estos espacios o ‘aire’ para apoyar los principales focos visuales y dar sentido a la lectura de forma armoniosa.

 

10.  El conjunto de los elementos

 

Piensa en global, en el diseño todos los elementos han de ser complementarios entre sí: fotografías, iconos, textos,… cada aspecto importa. Es importante para esto que trabajes con una paleta de color, fotografías homogéneas y tipografías que se lleven bien entre sí.

 

 

Por tanto y a modo de conclusión, dentro de la composición en el diseño gráfico todos y cada uno de los elementos de una composición tienen importancia propia, pero es el conjunto de estos elementos los que nos permitirán que la composición sea buena y quede compensada. El verdadero trabajo consiste en tener en cuenta estas pautas y jugar con estos elementos dentro del plano para crear una imagen que llame la atención del usuario, que sea comprensible y sobretodo que cumpla su función principal, transmitir con éxito un mensaje. Si se consigue una armonía entre todos los elementos, estaremos más cerca de lograr nuestro objetivo.

Si necesitas ayuda en tu estrategia de Branding o quieres comenzar un proyecto de diseño gráfico en Castilla La Mancha, ¡no dudes en ponerte en contacto con nosotros para echarte un cable!